viernes, 9 de febrero de 2018

Un año después.....

Ayer fue día de celebraciones. Ya ha pasado un año desde que comencé este blog, ese día en el que decidí escribir y dar a conocer mi experiencia con el acogimiento, en contar cómo ha cambiado mi vida, y sobre todo gritar: demos una oportunidad a esos miles y miles de niños y niñas que buscan y necesitan una familia, que reclaman ese abrazo, cariño y atención, que probablemente no han tenido nunca.
Ayer también celebramos un cumple-aniversario más, ya son 5 años juntos, cómo pasa el tiempo. Encendimos nuestras 5 velas, y decidimos no apagarlas, como si quisiéramos alargar la celebración y que ese momento no terminara nunca. 
Como cada vez que cumplimos años o empieza un año nuevo, parece que es necesario hacer un balance, hacer una reflexión, plantearse nuevos retos y propósitos. Hoy, para mí, esta reflexión está cargada de un poco de dolor y tristeza. A pesar de todo lo bueno que me ha traído el acogimiento, la transformación que se ha producido en mí, en ti, en todos los que en mayor o menor medida forman parte de nuestra vida, no puedo dejar de pensar en todos esos niños y niñas que siguen esperando, que siguen manteniendo la ilusión por encontrar un hueco en alguna familia.
Sé que no podemos llegar a todo, que no podemos arreglar todas las injusticias que vemos en nuestro día a día. No somos superhéroes, ni tenemos una varita mágica para cambiar el mundo, llegamos hasta donde llegamos, lo sé, pero duele no poder hacer más, sobre todo cuando estas injusticias afectan a menores, a niños y niñas vulnerables, que no tienen herramientas para defenderse, que viven lo que les ha tocado vivir.
Mi propósito para este nuevo año es seguir dando a conocer el acogimiento, de seguir convenciendo a familias de que no necesitamos ser superhombres ni supermujeres para abrir nuestra puerta a un niño. Que se recibe muchísimo más de lo que se da, aunque suene a tópico, no lo es, y no sólo recibes tú, como he dicho anteriormente, todo tu entorno crece, aprende, mejora....
Hoy ha tocado reflexionar, parar, sentarse.....y dejar salir el dolor, de todo se alimenta el alma.